Suiza, eternamente agradecida a España por sus “contribuciones”

Al igual que en Brasil, el pueblo español no hace más que oír y discutir sobre los numerosos escándalos de corrupción que se llevan produciendo repetidamente durante la última década. En el comienzo del curso político, sólo se oye en el Parlamento las palabras “regeneración democrática”, “transparencia”, “restricción de aforamientos” como medidas para acabar con la corrupción; sin embargo, el alto número de imputados y los muchos paraísos fiscales demuestran que no son suficientemente efectivas.

En muchos países, incluyendo España, movimientos ciudadanos motivados por el descontento general, principalmente producido por los recortes, el deterioro de los servicios públicos, los contratos basura, entre otras múltiples razones, han despertado el interés de una gran parte de la población, al igual que la atención mediática.  Hasta hace pocos años, no era costumbre ver a muchos ciudadanos participando de manifestaciones, protestas, o en otras palabras, participando activamente de la política. En mi opinión, una de las mayores causas de grandes tramas de corrupción tanto en España como en muchos otros países ha sido la permisividad y tolerancia del pueblo; es decir, de nosotros. Ejemplos como la reelección de alcaldes y políticos imputados en algunas comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana demuestran el conformismo de los ciudadanos. Muchos dirán que España no es el país más corrupto ni mucho menos; mi respuesta es que si la corrupción se ha reducido es porque prácticamente la hemos legalizado.  Con el comienzo de la crisis en muchos países, y el deterioro de la economía, los ciudadanos se han sensibilizado y han dejado de contemplar y tolerar los mismos delitos que antes no eran vistos como cruciales. Nuevas formas de entender la democracia han comenzado a transformar la mentalidad en la calle. Votar únicamente cada cuatro años en las urnas no es democracia.  Criticar y estar informado exclusivamente  sobre la situación social y política no es democracia. Democracia es convocar referendos, participar en las manifestaciones y protestas multitudinarias en contra de la privatización de los servicios públicos, utilizar los diferentes medios de comunicación y redes sociales para mostrar las opiniones y críticas…En otros casos, una solución muy recurrida es la conocida como regeneración democrática, nuevas caras y nuevos partidos.

En mi opinión, esta solución es completamente inefectiva. Un lavado de cara puede resultar fácil, atractivo y esperanzador; sin embargo, no deja de ser una medida de chapa y pintura, una medida completamente inútil a largo plazo. Grandes películas como “Ciudadano Kane” nos enseñaron la capacidad que el poder tiene de corromper a las personas. Por supuesto, no quiero decir que todos los nuevos políticos y todas las nuevas iniciativas se acaben convirtiendo en intereses personales, pero bien es cierto que grandes promesas y “políticos de confianza” como la familia Pujol Ferrusola en Cataluña, han resultado ser auténticos corruptos y sinvergüenzas. En el caso de los Pujol, se consideraba una familia de intocables en su comunidad por ser símbolos y figuras del independentismo, lo que les otorgaba diferentes privilegios. Muchas críticas contra el independentismo catalán han estado basadas en casos individuales, que,  por supuesto, no se pueden tomar en cuenta a la hora de juzgar la soberanía de un pueblo; pero que nos hacen plantearnos acerca de la clase política, de la impunidad y privilegios de algunas figuras y cargos y de las motivaciones de las propuestas electorales. Algunas medidas efectivas a largo plazo y sobre las que se debería trabajar,  son un mayor control y una rigurosa ley de transparencia en los presupuestos y gastos del gobierno, unas penalizaciones y castigos más severos en los casos de corrupción, así como la destitución de los cargos públicos a imputados. Sin embargo, no debemos olvidar que la principal solución es la participación activa de la ciudadanía en la política. (Durante el artículo, he mencionado algunos ejemplos locales pero el problema de la corrupción y las diferentes reflexiones y conclusiones sobre las causas de ella son globales y aplicables a cualquier o a casi cualquier país)